Tiempo para reciclar

Hemos dejado pasar tantas oportunidades de iniciar un nuevo día, con un ambiente más limpio y habitable, pero solo han sido deseos y hasta los anhelos más profundos.
Hoy por primera vez, 63 días de aislamiento social, donde la pausa en nuestras vidas nos ha permitido mirar y escuchar lo que la naturaleza pregona y muestra su mejor rostro, su armonía inmensa y su espacio para todos, invitándonos a cohabitar con otros inquilinos en esta casa común.

Observar las aves hermosas ocupando las playas de la costa verde, volando de un lado para otro, quedándose sin perturbación alguna; ver aparecer a los delfines jugueteando cerca a la playa, el azul inusual del cielo limeño, plantas más verdes a la vera de la pista, el canto del cuculí más nítido que antes nos muestra que algo no estamos haciendo bien. Talvez los adultos con la lógica de la ganancia y la pérdida, no nos hemos percatado, pero los niños sí nos han preguntado. ¿Por qué no podemos tener las aves siempre en la costa verde? ¿Por qué no podemos mirar los delfines más cerca de nosotros? La respuesta de un padre es un poco complicada, creo que no estamos siendo amistosos con ellos, que apenas han advertido nuestra ausencia han salido para disfrutar de su lugar que nunca debimos haber invadido.

Hoy 17 de mayo, “El día mundial del reciclaje” será distinto, porque el mundo está en pausa y ha tenido tiempo para pensar sobre el tratamiento de los desechos, sobre las cosas reutilizables y las cosas realmente necesarias. En esta pausa, nos hemos sentido con la obligación de pensar si somos felices en la carrera del consumismo, talvez sea oportuno repetir las palabras de San Francisco “Cada vez necesito menos cosas y las pocas que necesito, las necesito muy poco”, talvez seguir pensando que de las pocas cosas que tenemos necesitamos reciclar más.

Hemos escuchado decir, a los que siempre hablan, que después de esta pandemia la vida no será igual, entonces me preocupé, pero cuando observo a un niño guardando el tarro de leche vacía, alcanzando a mamá la bolsa de tela para comprar el pan, entonces me volvió la esperanza de creer que algo está a punto de suceder; seguro que la vida no será igual.

La tierra está sufriendo las consecuencias de la contaminación; el cambio climático es un hecho que está golpeando al mismo hombre, hoy es la oportunidad para comenzar una vida más responsable de nuestros actos; empecemos a cuidar nuestro planeta desde nuestras casas, siendo la forma más sencilla, pero sentirnos que aportamos un grano de arena en la conservación del lugar donde vivimos.

Hoy no quiero pensar en la estadística y los millones de toneladas de desechos en el mundo, quiero pensar en una botella de plástico que pagué y me responsabilizaré, por un cuaderno que me sirvió y terminará su curso normal en un centro de acopio de reciclaje, entonces reciclar es crear hábitos, actuar razonablemente y sentirme satisfecho, entonces reciclar es un valor. Vamos a poner en práctica la reducción,  reutilización y reciclaje de materias primas desde nuestras casas, siguiendo los consejos para almacenar y ordenar los residuos reciclables:

  • Habilitar un lugar de reciclaje en su casa para poder acoplar los residuos relativamente ordenados en 4 grupos: papeles y cartones; vidrio; tetrapack, latas y chatarra; y plásticos.
  • Almacenar residuos limpios dándole un pequeño enjuague a las botellas y los frascos de vidrio, no dejar los envases con restos de líquidos o alimentos, reciclarlos limpios y aplastados.
  • Papeles y cartones mantenerlos ordenados y separados.
  • Envases Tetrapack darles un pequeño enjuague, dejar escurrir por un par de minutos y una vez secos, disponerlos en los contenedores de reciclaje.

 

Mstro. Eduardo Mendoza Díaz
Coordinador DIRES
ULADECH Católica Filial Lima

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